Porque es una pedagogía que respeta los tiempos del niño y fomenta su aprendizaje de manera dinámica, práctica y sensorial de forma individual o en grupos reducidos.
La maestra Montessori, llamada guía, presenta actividades con propósitos concretos, no imparte premios ni castigos y es el niño el protagonista de su aprendizaje.
La recompensa es interna: la realización del error y la sensación de logro son internas. Contribuye a la autoestima, al sentido de responsabilidad y al pensamiento crítico.
Los espacios son proporcionados a la medida de los niños con materiales específicos para cada área de aprendizaje (Vida Práctica – Sensorial – Lenguaje – Matemática).
El ambiente promueve la independencia y la exploración donde la libertad y la autodisciplina hacen posible que cada niño encuentre actividades que dan respuesta a sus necesidades evolutivas.
Las salas integradas favorecen la cooperación espontánea, el respeto mutuo y el deseo de aprender a través del ejercicio de enseñarle a otros.